lunes, 18 de abril de 2011
Dawn of War
Allá por el 2004 dió la luz el primer juego de la saga Dawn of War, basado en el siniestro universo de Warhammer 40k. Todos aquellos que disfrutaban en las mesas podían acomodarse delante de sus ordenadores para sentir una vez más la batalla. Aunque a primera vista parecía un juego más de estrategia, el ímpetu de la compañía diseñadora por asemejarlo con el juego de mesa hizo patentes las diferencias que lo caracterizarían. En primer lugar, la posibilidad de jugar con escuadras personalizables, tanto en tamaño como en armamento y en segundo lugar el sistema de moral, por el cual las escuadras eran unidades vivas que podían llegar a huir o a rendir menos ante situaciones adversas. Esto unido a una campaña extensa, aunque con solo con el ejercito de los Marines Espaciales, y la posibilidad de personalizar tus unidades con el pintaejercitos hizo de éste un juego muy popular.
Para mi fue un paso más para este hobby ya que podías ver lo que solo llegabas a imaginar durante las partidas.
Después del original vinieron cuatro expansiones que añadían nuevos ejercitos a la contienda.
Con el Winter Assault pudimos ver por primera vez al martillo del Emperador en todo su esplendor.
El punto álgido
se consiguió con su expansión Dark Crusade, con la unión de los necrones y los tau a la carta de ejercitos. Una campaña para todos los ejercitos basado en un mapa mundi y la posibilidad de ir mejorando tu heroe conforme avanzabas fueron uno de los puntos fuertes del juego.
Por último recomendar encarecidamente este juego para todos aquellos que quieran pasar un buen rato disfrutando de un juego de estrategia distinto a los que había en su epoca, con ganas de innovar, y con una envidiable jugabilidad.
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